miércoles, 13 de octubre de 2010

Coordinador del PSUV en Anzoátegui Tarek William Saab Halabi busca culpables en las bases

No basta la lección contundente y llana que ha dado el pueblo soberano chavista al ciudadano coordinador del PSUV en Anzoátegui, él y sus acólitos buscan culpables donde no los hay. 

Resulta que según sus apreciaciones el responsable de la derrota es el pueblo que no salió a votar, de los patrulleros que no salieron a buscar a la gente, de los directores de sus instituciones, de los empleados y funcionarios de las instituciones públicas que no salieron a votar ni salieron a hacer campaña, de PVDSA que falló, etc, una paradoja poco creíble y convincente, porque dichas instituciones no suman 94.322 votos  en el Estado que es el total de los votos de ventaja de la oposición en Anzoátegui.

Hay que recordarle a estos ciudadanos coordinadores y responsables políticos de esta derrota, que el principio de honestidad, sinceridad, transparencia, lealtad, solidaridad, son entre otros la guía de nuestro proceso y de los hombres y mujeres dignos  de la revolución en Anzoátegui y en general, reconocer nuestros errores es en parte de la sinceridad y responsabilidad, entonces ¿Qué se esconde detrás de acusar a otros y negarse a aceptar la responsabilidad de la derrota? Contradecir estos principios no es el proceder de un verdadero revolucionario.  

Aun teniendo esta extraordinaria oportunidad para rectificar cierran ellos los caminos para enriquecer la lucha y la revolución, llama poderosamente la atención y a la reflexión la capacidad de engañar y mentir de quienes se autodenominan revolucionarios, son estas conductas   las que a la fecha han venido practicando estos dirigentes, desvirtuando de lleno el objeto del partido y creando severas contradicciones, exepticismo y frustración en la militancia y en el pueblo en general, quienes actuando en nombre de la revolución ocasionan un grave daños al proceso revolucionario y a las políticas del Comandante Chávez. 

Un manto fino de actuación, bien hilvanado y concatenado de la contra revolución, quien utiliza las herramientas de la revolución y el socialismo, vestidos con camisas y gorras rojas con suficientes verborreas socialistas y replica de las enseñanzas del comandante, insisten en aplicar las prácticas fallidas de la Cuarta República, asociados a la amenaza, el chantaje, la exclusión, la persecución, la compra de conciencia, la regalía, la mentira y la humillación,  hacia las personas y  la militancia, en una especie de autoritarismo que caracteriza a la gestión del coordinador actual. 

La conducta esperada y cónsona de un revolucionario sería aceptar su responsabilidad y en honor a la justicia, la paz y la seguridad del proceso revolucionario transformador en las venideras elecciones presidenciales, es aceptar los errores y poner sus cargos a la orden de la Dirección Nacional del PSUV, es la convicción del Frente socialista quien sugiere en su defecto la renuncia del actual coordinador junto a la dirección y el buro político en el Estado. 

Por FURSA, Ricardo Franceschi

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